Alicante, Valencia, Palma, Málaga, Bilbao... casi sesenta ciudades españolas se unieron bajo un sólo grito: "No nos representan" para protestar contra el Pacto del Euro y otras muchas fisuras del sistema actual.
A pesar del éxito rotundo, algunos medios de comunicación siguen empeñándose en desinformar y descalificar a aquellos que han tomado la determinación de luchar (siempre por la vía pacífica, sí) por un mundo mejor, para todos. ¿Hasta qué punto es aceptable la portada de hoy de 'La Gaceta'? Creo en la libertad de expresión, siempre y cuando respete la verdad y la integridad. No se puede engañar al ciudadanos. El periodismo conlleva una responsabilidad, pero algunos hace mucho que la perdieron. En cualquier caso esto no hace sino aumentar la indignación y con ello el espíritu del 15M.El periodista Ignacio Escolar, @iescolar, ha realizado en su blog un pequeño resumen con siete claves sobre el #19J, lo que ha significado y lo que se ha conseguido:
Ya se están preparando nuevas marchas. Parece que ha pasado muchísimo tiempo desde que todo esto empezó, pero tan sólo acaba de comenzar.
- Cientos de miles de personas en la calle en sesenta ciudades es un éxito absoluto, más aún para una convocatoria que no ha contado ni con sindicatos ni con partidos pagando autobuses, megáfonos y pancartas. No hay precedentes de una movilización ciudadana tan masiva en España que haya nacido así, desde la acera y la Red.
- La protesta fue, es y seguirá siendo mayoritariamente pacífica, por mucho que se haya querido criminalizar a todo este movimiento por los actos esporádicos de una minoría. Los mismos medios que primero despreciaron a los indignados como pulgosos y después los repudiaron como violentos hoy intentarán ningunear su capacidad de convocatoria, minimizando la jornada histórica de ayer. No funcionará.
- La fuerza de todo movimiento político se basa siempre en dos cosas: tener razón y poder contarlo. La gran novedad de esta protesta es que los indignados controlan la comunicación. Tienen sus propios canales de información a través de Internet, al margen de los medios. Y además tienen razón.
- Los indignados no son grandes gracias a la prensa sino a pesar de cierta prensa.
- No son sólo pancartas y consignas, también hay una verdadera reacción social. Aún no se ha dado la importancia que merece al hecho de que estén consiguiendo parar los desahucios de quienes no pueden pagar la hipoteca de su casa.
- Su influencia ya se nota incluso en el Parlamento, e irá a más. A partir de septiembre, el patrimonio y los ingresos de diputados y senadores será público. ¿Habría llegado esta política de transparencia, tantas veces retrasada, sin las protestas de este último mes?
- Cuando las acampadas terminaron, el movimiento 15-M todavía estaba allí.
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