viernes, 22 de abril de 2011

Benedicto XVI el televisivo

Hoy ha sido un día importante para la Iglesia Católica. No, no ha reconocido el matrimonio homosexual ni ha metido condones en los maletines de sus misioneros en África, pero, por primera vez en su larga historia, un Papa ha aparecido por televisión. Benedicto XVI ha respondido a siete preguntas grabadas por fieles en el programa de televisión A sua immagine de la cadena pública italiana RAI. Algo así como nuestro "Tengo una pregunta para usted", pero cambiando la corbata del político, por la cruz del cristianismo.
De las más de 3.000 videopreguntas que se recibieron desde distintos puntos del planeta, la redacción del programa sólo eligió siete, no siendo ninguna demasiado comprometedora con el Pontífice ni con la institución que representa.
Cabe destacar la intervención de María Teresa, una madre con un hijo en coma vegetativo que quiso saber si el alma había abandonado su cuerpo, a lo que Benedicto XVI respondió comparando su situación con la de una guitarra que se queda sin cuerdas pero asegurando que el alma permanecía intacta.
A la pregunta de Elena, una niña nipona de siete años, no supo responder pues se refería al por qué del sufrimiento de los niños en alusión a la catástrofe de Japón.
En otras dos preguntas respecto a los conflictos en Costa de Marfil y la persecución de los cristianos en Irak, Ratzinger pidió paz y entendimiento dejando de un lado la violencia. El resto tocaban temas más teológicos y metafísico como el de la resurrección y el infierno.

Así, la aparición del Papa en televisión supone un acercamiento de la Iglesia a sus fieles pero, aunque el alemán no tiene el carisma ni goza de la simpatía que despertaba su antecesor Juan Pablo II, que será beatificado el 1 de mayo a pesar de hacer sólo seis años de su muerte, estamos seguros que a más de uno le hubiese gustado escuchar respuestas a otras preguntas más polémicas, que falta hace.

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